La tokenización de la economía es una de las consecuencias (y ventajas) de blockchain y parece que ha tomado cuerpo, entre otras cosas, por su potencial de cara a la aplicación del nuevo reglamento de protección de datos que todos conocemos (aunque sólo sea por los miles de correos recibidos al respecto).
Por tokenización de la economía me refiero a la posibilidad de articular nuestras transacciones (intercambios no solo económicos) con el entorno en unidades mucho más pequeñas y menos intermediadas. Esto es posible gracias a que hay un soporte tecnológico (en este caso el blockchain) que hace más sencillo, controlado y seguro descomponer nuestras transacciones en microtransacciones, siendo la propia cadena la que hace de intermediario. Ejemplos, pasaremos de…:
contratar una plataforma de contenidos audiovisuales (Netflix, Telefónica, Filmín…) a contratar contenidos audiovisuales sueltos, pertenezcan a quién pertenezcan.
Comprar un periódico (los que aún lo hagan) a pagar por noticias sueltas.
votar a un partido político a votar iniciativas legislativas concretas.
adquirir cuadros a comprar «acciones» de una obra de arte de gran valor
Y la madre de todos los ejemplos: que los usuarios empiecen a cobrar por sus datos cuando los están vendiendo unos intermediarios (Telefónica, Orange, Vodafone…) a un 3º (4º, 5º, 6º…)
Un gran caso de uso podría ser el de la aplicación de la Liga de Fútbol que utilizaba a los usuarios para saber si estaban viendo el partido en un bar con licencia. Pues no tiene nada de malo… SI LO PAGAN, ya que los usuarios están haciendo un gran trabajo, ¿no?. Esto, que podría ser muy complejo, ya se puede articular y controlar bajo blockchain y facilitar que los usuarios-espías al menos cobren por su parte del trabajo.
Como decía, la tokenización de la economía, tiene un gran caso de aplicación en la posibilidad de controlar los datos que las empresas tienen de los usuarios y clientes, de forma que estos puedan decidir si quieren que sus datos se «compartan» (vendan) a 3º para «mejorar su experiencia» (ponernos publicidad personalizada) y, sobre todo, decidir si quieren llevarse también su parte en esas transacciones.
tokenización
La aplicación de la tokenización a GDPR
El arranque del nuevo GDPR ha dado a los usuarios una mayor conciencia de los datos que cada empresa maneja sobre ellos. Hasta ahora el usuario puede decidir si los quiere seguir compartiendo o no, pero el siguiente paso es poder decidir si se quiere cobrar por su uso/ cesión a 3º y eso es posible gracias a blockchain y la famosa tokenización. Ya empiezan a aparecer algunas aplicaciones como DATUM o DATAWALLET que van a permitir justo eso: ver qué datos se están compartiendo con el operador de telefonía, las RRSS, el proveedor de movilidad, los operadores turísticos… y empezar a transaccionar con ellos.
Y ahora toca reflexionar…
-¿Qué van a hacer las empresas que estaban empezando a vivir de ser databrokers cuándo los usuarios empiecen a reclamar su parte?
-¿Los usuarios van a estar encantados de monetizar sus vidas o por el contrario el mayor nivel de conciencia les (nos) va a llevar a cerrar esas ventanas a nuestra privacidad?
-¿Cómo van a seducir las empresas a los usuarios ante esta nueva realidad?, ¿la transparencia y el juego limpio salen ganando?
Voy a darle una vuelta 😉