Del pago con datos personales al pago por contenido en el entorno editorial

¿toca ya el cambio de modelo?

jaime | 18/01/2019

El pago por contenido suena a quimera. Lo sé, pero recordemos que hace unos pocos años éramos legión los que nos entregábamos sin desenfreno a Torrent,a Seriesyonkis, etc y no concebíamos pagar por las series ni por las pelis, entre otras cosas, porque tampoco había plataformas de pago que mejoraran la experiencia de usuario respecto a estos sistemas de P2P.

 

Llegó Netflix y todo cambió y el pago por contenido se popularizó.

Por primera vez la ecuación precio-producto-experiencia estaba equilibrada. En mi caso personal puedo decir que además la experiencia con Netflix hizo que me empezara a dar pereza piratear lo que no estaba en Netflix y ahora tengo HBO, Movistar Series y Filmín… Bueno, a nuestro estilo que es compartiendo cuentas, you known.

Y me pregunto si el pago por contenido -que nadie esperaba- llegará también al mundo editorial escrito: periódicos, revistas, blogs… Ahora mismo parece (de nuevo) quimera, porque todos los intentos de los grandes grupos editoriales han fracasado, pero se están dando una serie de circunstancias que nos pueden llevar en esa dirección:

 

  • Conciencia de que si no pagas por el producto, el producto eres tú:

Cada vez más personas son conscientes de que cuando consumen algo gratis en el mundo digital es porque están pagando con sus datos personales. Y a algunos esa sensación empieza a no gustarles demasiado y es posible que pasen a ser muchos en la medida en la que nuestra vida digital empiece a condicionar cuestiones como nuestra vida laboral o el precio de nuestro seguro de salud. En este sentido, me ha encantado el artículo que publicaba El País sobre Jaron Lanier, pionero de Internet, incitando a la gente a dejar las RRSS.

Y, justo al día siguiente, también publicaban este otro artículo sobre el efecto negativo del modelo de contenidos basado 100% en publicidad que Google y Facebook están monopolizando.

Más allá del contenido, lo más relevante es que los medios de comunicación masivos estén empezando a poner este tema encima de la mesa, lo que, sin duda, impulsará una corriente de concienciación.

 

  • Fake News y manipulación informativa en general:

La manipulación informativa existe desde hace mucho tiempo, pero ahora se está poniendo foco sobre este tema porque las consecuencias de la desinformación están llegando más allá de lo que los Gobiernos querrían. De hecho, la Comisión Europea ha creado un Grupo de Alto Nivel sobre Noticias Falsas (en el que participa el equipo de Maldito Bulo / Maldita Hemeroteca) y ha pasado a ser un tema que está presente en los medios de comunicación masivos.

Por tanto, es posible que también haya algunas personas tomando conciencia de la necesidad de estar bien informados, digamos que se ha materializado que si no estamos dispuestos a pagar por información de calidad pues… tendremos que tener suerte con el próximo Presidente del país!.

 

  • Calidad de los contenidos en el modelo de negocio del click:

En el modelo del click queremos muchos usuarios o visitantes porque, como no van a pagar por el contenido, lo importante es que sean muchos para poder cobrar por la publicidad o utilizarlos como leads para campañas de terceros.

Con ese fin los encargados de generar tráfico se han hecho expertos en titulares impactantes, que llaman la atención, que generan curiosidad, que hacen que «piques», para finalmente llegar a un contenido que no tiene ningún valor. El problema es que igual que han aprendido los responsables de generar tráfico, también aprenden los lectores y también se cansan de llegar cada vez más a contenidos refritos, sin valor, que no responden a la promesa generada por el titular, etc. Es decir, el modelo del click sin contenido no puede ser eterno y de ahí este otro artículo que habla de la pérdida de engagement con los post en Facebook.

 

  • Conclusión:

Estamos en un escenario de usuarios que son conscientes del uso poco transparente de sus datos, que están viendo como sus vidas están afectadas por la mala calidad de la información o directamente la información falsa y que padecen el acceso a cantidades ingentes de contenidos sin ningún tipo de valor. ¿No son estas las bases para que un posible pago por contenidos de calidad empiece a funcionar?. Otra cosa es que, igual que pasó con Netflix, sea necesario encontrar la ecuación adecuada entre precio-producto-experiencia que seguramente va a requerir una mejora de los contenidos y sistemas de pago mucho más ágiles.

¿No hay cada vez más personas intentando comer comida real y ecológica en lugar de comida procesada, de mala calidad, aunque sea más barata y disponible?